La teoría de la evolución del naturista ingles charles darwin, consignada en el origen de las especies (1.859), establece que las especies de plantas y animales actuales descienden de especies diferentes que existieron en el pasado. El mecanismo mediante el cual ocurre la evolución se conoce como selección Natural. Las mutaciones ocurren de forma espontanea, no dirigida y aportan pequeñas variaciones en la composición genotípica de algunos individuos, pudiendo ser benéficas, indiferentes o favorables, según las características del medio ambiente imperante. En vista de las limitaciones de espacio y alimento, nacen más individuos de los que se pueden reproducir. La Selección Natural, expresión de la continua lucha por la vida, conducen a la supervivencia de los individuos mejor adaptados, que tienen una ventaja productiva al dispersar sus notables características, en sus descendientes, mediante la herencia.
Según el naturalista Jean Baptiste Lamarck (1.744 - 1.829), el medio ambiente determinaba exclusivamente los cambios morfológicos que le permitirían a una especie estar mejor adaptada. Estos cambios se producirán en forma constante y tendrían como consecuencia el desarrollo de ciertos órganos o partes del ser vivo más usado o necesitados, en el detrimento de aquellos que se atrofian y desaparecen por falta de función adaptativa. Este mecanismo estaría controlado por el instinto o la voluntad. La genética moderna ha demostrado que los caracteres no se producen de ese modo.
El hallazgo y estudio de los rastros fósiles de seres que vivieron hace miles de años, además de las observaciones sobre el aislamiento reproductivo y el comportamiento de especies cercanas en el medio natural, la evolución que involucra la genética de poblaciones, la especiación o producción de especies, la ontogenia o desarrollo embriológico que recapitula la historia evolutiva de un individuo y la filogenia u origen de los troncos taxonómicos. Esta teoría opera bajo premisas, como la ley de la complejidad creciente, en la que se postula que los seres vivos han evolucionado de lo simple a lo complejo; la ley de la especialización que acentúa determinadas características particulares, y la ley de la continuidad evolutiva, que explica como los pequeños saltos o variaciones de la evolución se acumulan en el tiempo y dan lugar a especies muy diferentes de las originarias.
Un gran salto cualitativo y cuantitativo esta experimentando la ecología, a causa de nuevos descubrimientos de una gran variedad de ciencias, no sólo de la biología como lo fue en su comienzo, que le han suministrado sus conocimientos y logros. Este hecho permite al hombre plantearse el desarrollo con objetivos a largo plazo, pensando con nuevos valores éticos de solidaridad con las generaciones actuales y las del futuro. La ecología es también, en cierto modo, una ciencia de denuncia contra la explotación de los países pobres y su dependencia económica y política.
Vease:
Conferencia "El Origen de la Vida"
Aportes.
Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que depende de su estructura y fisiología y también del tipo de ambiente en que viven, de manera que los factores físicos y biológicos se combinan para formar una gran variedad de ambientes en distintas partes de la biosfera. Así, la vida de un ser vivo esta estrechamente ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y también de los bióticos, es decir, a la vida de sus semejantes y de todas las clases de organismos que integran la comunidad de la cual forma parte.